Catástrofe de Ribadelago

¡Hola!
Como tema para mi entrada semanal he decidido hablar sobre la catástrofe de Ribadelago, en Zamora. Me apetecía hablar de esto ya que incluso siendo mi familia de Zamora y habiendo vivido allí tres años, es un tema que desconocía hasta hace relativamente poco, que lo encontré y decidí buscar información.
En la madrugada del 9 de enero de 1959 el pueblo de Ribadelago quedó inundado al producirse la rotura de la presa de Vega de Tera. Uno de cada cuatro habitantes murió aquel día.
Según la propia gente que vivía en este pueblo, de lo más profundo del cañón surgió un rugido, cada vez mayor, la tierra vibraba y se fue la luz. En una de las calles se oyó una voz que gritaba "¡es la presa, que reventó!". Una riada de ocho millones de metros cúbicos de agua barrió Ribadelago.
Los que pudieron sobrevivir a esta tragedia se tuvieron que refugiar en las zonas más altas del pueblo, como los tejados de las casas o el campanario de la iglesia.
La realidad es que la rotura de la presa no se produjo por causas meteorológicas, como se intentó vender, sino que se produjo por negligencias en su propia construcción. Pero los culpables nunca tuvieron que entrar en prisión porque fueron indultados por Franco, quien se encargó de que esta catástrofe pasara lo más desapercibida posible. Incluso varios supervivientes afirman que conocían la existenica de grietas y que la presa reventaría en cualquier momento, inundándolo todo.
A día de hoy, en Ribadelago apenas quedan supervivientes de esta tragedia. Aún así uno de ellos, miembro de la Asociación Hijos de Ribadelago (formada en recuerdo de las víctimas), afirma: "Los muertos ya no podrán contar lo que sufrieron. Si murieron de repente o si tardaron horas en hacerlo. Después vinieron los abogados de Moncabril a ofrecernos indemnizaciones a cambio de nuestro silencio. Aquello fue una vergüenza. Nos decían: a usted le pagamos esto y se calla. Trataron a los muertos como si fueran animales. Por una mujer tanto; por un niño, tanto otro. Advirtiéndonos que nos convenía llegar a un acuerdo en vez de acudir a juicio." También explica "Había grietas. Claro que nosotros sabíamos lo que nos podía ocurrir, pero no podíamos hablar: la mayoría del pueblo trabajaba para Moncabril. De vez en cuando, alguno decía: un día va a reventar la presa y nos va a inundar el pueblo. Pero nunca nos pudimos imaginar lo que iba a pasar. Lo que hoy puedo decir es que en la Audiencia de Zamora se nos vendió y que las vidas que truncaron en Ribadelago nunca las pagará nadie. Si se pudiera, pediríamos que se juzgara de nuevo a los culpables."
Para finalizar, os animo a visualizar cualquier documental sobre este tema de los que existen en YouTube, como por ejemplo:

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